El tiempo es tan sutil, tan efímero que se nos va de entre los sueños y al despertar… días y días han pasado. Días de ausencia, de recuerdos, de nostalgia que inunda los pensamientos de anhelo de un abrazo.
Ya no estas físicamente, pero perdura la memoria, inmortal e incorruptible de todo lo hermoso vivido por quienes te conocieron y te amaron.
El Siete, como te llamaban, hombre soñador con un carácter imponente pero un corazón tan amoroso y compasivo. Hoy celebrariamos 73 años; a los 58 te arrebataron los sueños en vida, pero tu inmortal memoria en nuestros corazones te hacen eterno.
Padre, Esposo, Abuelo… pero sobre todo Amigo! esos amigos que te da la vida y que no son fáciles de encontrar. Y muchos de tus amigos que hoy te recuerdan, elevaron un saludo y un salud en tu memoria.
Porque estas aquí, eternamente estaras aquí.
Dedicado a mi padre, Papá Julio. Atte. Bruno García